Localidad de residencia: Calahorra (La Rioja)
Nacimiento
Nacido en: Calahorra (La Rioja)
Fecha de nacimiento: 10/11/1908
Asesinato
Lugar de asesinato:
Fecha de asesinato: 10/08/1936
Edad: 27
Observaciones:
Hojalatero.
También era músico, daba clases gratuitas de música en la Casa del Pueblo.
Socialista, afiliado a la UGT.
Detenido el 7 de agosto en el Casino La Unión. Un alguacil fue a buscarlo con la excusa de que tenía que declarar. Encerrado en el Ayuntamiento, hasta que lo asesinaron.
Sus restos fueron exhumados en 1979.
“Cuando lo mataron le robaron una pluma, y un sello de oro que llevaba. Y el traje”. Cuentan, dice Manolo, el hijo que un teniente de la Guardia Civil de Peralta se enteró de que alguien despojaba los los muertos y lo fusiló… Aquella noche fue la camioneta requisada del Monreal la encargada del servicio. Después de la muerte de su padre, sigue Manolo, juntaron las casas y se fueron a vivir con los tíos, todos juntos, tres familias. Su madre tuvo que dejar de darle el pecho porque la leche estaba mala. Al tiempo, Rosario volvió a casarse con un encargado de Renfe, en Zaragoza. A su hijo le hizo prometer que nunca se metería en política, porque al padre lo habían matado “por estar afiliado a los socialistas y a la UGT”. Y Manolo nunca se ha metido en política, aún a su pesar… Cuando tenía 17 o 18 años, se enteró de quien había matado a su padre. Era un tal A, y sin llegar a mayores, se propuso amargarle la vida, enterándose de dónde vivía, y simplemente, cruzándose con el y atravesándolo con la mirada. Todo empezó un 10 de agosto, triste aniversario. Manolo, repartidor de leche, estaba tomando café en el bar El Cano, en la calle Cavas, y allí se encontró con A. Sin decirle nada le echó un escupitajo y aquella persona no dijo nada. Se limpió y se marchó. Rosario, su madre, vendió el violín, pero años mas tarde y a través de intermediario, supieron quién lo tenía y consiguieron recuperarlo. Ahora lo toca la biznieta de Manuel. A el fue a quien dedicó su primera actuación en público, ante la emoción y casi el infarto de Manolo. Lo mas duro fue recuperar los cadáveres de los cinco que asesinaron con su padre. Manolo habló con alcaldes y secretarios de San Adrián, Calahorra, Peralta y Funes para conseguir los permisos. “Unos no sabían nada y otros no querían saber”. Y luego, a encontrar los restos… Fueron a ver a una mujer de Peralta, justamente la dueña de la casa donde su padre se quedaba cuando iban a tocar allí. Y se dio un buen susto la buena señora, porque en el hijo vio al padre. A esa mujer, Josefina, también le habían matado al marido. Y ella sabia quién estuvo allá. Y gracias a uno de esos hombres, muy asustado y al que tuvieron que proteger, llegaron a la exhumación. Un montón de coches y muchos brazos. Hizo falta una pala y aparecieron al fin. El funeral en San Andrés, donde su padre se casó y fue bautizado. Vinieron todas las familias, menos una que vivía en América del Sur. Ahora los cinco cadáveres están en el panteón de Manuel Fernández.
Pág 338, 345, 350, 358, 363, 388 del libro ” Aquí nunca pasó nada” de Jesús Vicente Aguirre, disponible en nuestra bibliografía.