Hoy primero de mayo, otro año más de encuentros, risas, reivindicaciones y homenajes a víctimas y familiares en La Barranca, respirando aromas de rosas, paz y emociones, hemos recibido a cientos de personas que vienen en este día para recordarnos que el trabajo digno es un derecho recogido en nuestra carta magna.
Un año más en el que las víctimas de un fascismo cruel y despiadado, que llenó sus vidas y las de sus familias de muerte, humillaciones y ultrajes y donde pedir perdón nunca será suficiente para compensar tantas vidas rotas y olvidadas, hoy han estado acompañadas y arropadas, con el propósito de que esa barbarie no se vuelva a repetir nunca más.