Caminito de Lardero dos niños de corta edad
cogiditos de la mano vestidos de luto van.
Son huérfanos de la guerra,
que el fascismo criminal
dejó sin calor de padres sin cariño y sin hogar.
Sus rostros muestran dolores
de su triste orfandad,
y se miran a los ojos y no cesan de llorar.
Aquella tumba querida donde sus padres están
la cubren con rojas flores símbolo de libertad.
Levantando el puño en alto dicen con amor filiar
descanse padre querido, sus hijos le vengarán.
Maestro republicano, anónimo.