Así la llamó la iglesia
que todo lo lideraba
sin dignidad ni piedad
a aquellos hombres mataba
y a las mujeres violaba.
La jerarquía eclesiástica
organizó la contienda
con toda su suciedad
y toda su crueldad.
Fue un 18 de julio de 1.936
nadie estaba preparado
porque nadie lo esperaba
de aquellos que son buenos
surgiera tanta injusticia,
tanta maldad, tanta inmundicia.
Lo que vimos y vivimos
fue terrible
van todos uniformados
por las calles van gritando
viva Cristo rey y a la vez
asesinando
saciando su sed de sangre
que la iglesia iba aprobando.
Un niño de 8 años
Rafael Larreta Garde
el niño todo asustado
gritando, llorando
corría de un lado a otro
las balas le iban rozando.
Los requetés y falanges
aquellos forajidos decían:
que sí, que hay que darle
no hay que dejar semilla
es hijo de fusilado
a su padre ya hemos matado.
Su hermana Teresa
llorando les suplicaba
que es un crío de 8 años
a ellos no les importaba.
Aquellos asesinos
cumplían órdenes
de altos mandos militares
que con la iglesia jerárquica
todo estaba estructurado
y todo bien preparado.
Se valen de hombres atados
y mujeres indefensas
dejando a ancianos y niños
a merced de hombres impíos
que su lema es la violencia.
Aquel caudillo asesino
y generales destacados
aunque todos eran unos
sólo hablaremos de uno.
Llamábanle el carnicero
era García Valiño
mataba a diestra y siniestra
poniendo cara de niño.
El descendiente de ayer
es un peligro para hoy.
Se erizaba todo el cuerpo
deja las venas sin sangre,
que crueldad, que maldad.
Todo esto ha hecho historia.
Vamos a dejar aquello,
vamos a dejar pasar,
pero nunca olvidad.
Nos ha costado llegar
pero al fin lo conseguimos.
Venimos a este lugar
sin odios ni rencores.
Aquí todos reunidos,
este homenaje rendimos
generalmente a todos
y particularmente
a Juan Larreta Larrea
maestro nacional
y dos compañeros mas
a estos hombres que lucharon
y no puedieron dar mas
porque sus vidas sesgaron.