El pasado domingo, día 5 de Noviembre tuvimos el honor de asistir en Pradillo de Cameros al homenaje celebrado a las víctimas del franquismo. Arduo trabajo de nuestro compañero Mariano, que ha tenido la gentileza de resumir en unas líneas la trayectoria de esa constancia suya y que ha desembocado en la colocación de la placa que dignifica y honra a las víctimas de Pradillo.
En el video podeís ver el resumen del acto
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Hace unos años me regalaron un libro, se titulaba “Aquí nunca pasó nada”, de Jesús Vicente Aguirre. Trataba, como todos sabéis, de la represión que, pueblo a pueblo, se llevó en La Rioja en el año 1936. Busqué mi pueblo; Pradillo de Cameros y encontré cuatro nombres, de alguno había oído algo, muy poco pues de ello nunca se hablaba, pero de otros nada.
Sí había una placa, en la fachada de la iglesia, con los nombres de los que murieron en el frente, ésta al ser retirada de La Iglesia en el año 2001, y al ser trasladada al cementerio, tras acuerdo municipal, se rompió y el alcalde decidió hacer otra con los mismos lemas y símbolos franquistas, la cual colocó en una gran cruz hecha expresamente para ella.
Con esta información y pensando que con la “Ley de memoria histórica” del 2007 y creyendo que dicha placa tendría que ser retirada, presenté un escrito en el ayuntamiento proponiendo que se sustituyese por otra en la que figurasen, por orden alfabético, todas las víctimas de aquel conflicto. Cuando la secretaria lee el escrito, algunos de los presentes, con el rostro crispado, se vuelven hacia mi gritándome “No sabes lo que dices”, “Si tu padre levantase la cabeza” y hasta con sorna “Dame una copia que se de alguien que se va a reír mucho”.
Ante esta actitud y pensando que, quizás, no estaba bien informado procedí a preguntar a los pocos vecinos que quedaban y que fueron testigos de aquellos hechos, uno de estos tenía entones dieciséis años, hijo del alcalde, y me dice que eran buena gente y que solo el odio irracional de unos y la envidia de otros fue lo que provocó su asesinato. En octubre de 2010 vuelvo a presentar la propuesta, con algunas modificaciones, y en un pleno, al que no pude asistir por trabajo; se vuelve a rechazar. Ante esta actitud del consistorio y con la convicción de que es una causa justa y que estas personas no pueden volver a caer en el olvido, procedo a hacer una pancarta, que Jesús Vicente Aguirre puso en su segunda parte de “Aquí nunca pasó nada”, y el día 1 de noviembre se presentó en la puerta del cementerio. Llevo también una pequeña biografía de las víctimas que reparto entre los presentes. Muchos al ver de qué se trata se apartan como de la peste, actitud que continua durante los años siguientes. Pocos fueron los que me acompañaron en ese tiempo.
Y así todos los 1 de Noviembre me presentaba en la puerta del cementerio, hasta el año pasado, con frío, sol o nublado, aunque llover, (aquí el tiempo si se puso de mi parte), no lo hizo ningún año.
En el año 2019 hubo un cambio de alcalde y volví a presentar la propuesta y en un pleno se decidió, (sin quitar la antigua placa, ni los lemas, ni a José Antonio), que podía poner otra placa debajo de la antigua, algo que no acepte por considerar que era seguir discriminando a los asesinados. Este alcalde comentó, fuera de pleno, que “mientras él fuera alcalde no iba a quitar esa placa y que en todas las guerras había habido dos bandos” (Sic).
Este año con el nuevo cambio de alcalde el nuevo consistorio, al que pertenezco, se aprobó “Por mayoría” la colocación de la placa que ya conocéis.
Un pasito más hacia la justicia la verdad y la reparación
Luis Mariano Pérez Ramírez Palacios.